lunes, 3 de septiembre de 2012

Gabriel

Día 13:

Bonito día. Nublado, gris, seco y bochornoso, aburrido, solitario y estresante.
Vamos, de esos días en los que me pregunto...¿qué diablos hago aquí?.

Si echaran algo bueno por la tele sería más llevadero..pero qué va... lo que está de moda ahora es el corazón. ¿De verdad puede interesarle a alguien un culo ajeno de tal forma? Y no un culo ajeno vulgar...Qué va. Un puto culo ajeno de clase alta, de esos que si te ven por la calle te cagará encima y tú tendrás que darle las gracias.

Si hubiera un virus leproso que hiciera pedazos esos culos...Pff.. eso y un batería que me hiciera frente son los deseos que pido cada año.

Bah, hoy estoy un poco malhumorado.  No es que me moleste la lluvia. Al contrario. Me encanta ver como las mujeres salen corriendo porque se les va a estropear el peinado...y a los hombres correr igual detrás de las mujeres...o también porque se les va a ir el peinado..que últimamente hay cada loca suelta...

Ayer mismo en el súper: el dependiente...maquillado. Maquillado cual fulana de tres al cuarto. Con su rimel, su lápiz de ojos, su sombra oscura, su base y su colorete. Muy hermoso el chaval. Me cambié de caja.
Luego me dirán homófobo. Pero es que tiene cojones. Una cosa es que te guste un tío y otra muy distinta ir por ahí intentando ser lo que no eres.

Se me revuelve el estómago nada más de recordarlo.
¡Mierda! ¡Las nueve!. Voy a llegar tarde al piso de Sam. Como me pierda el inicio de la película me cuelgo.

David

Nervioso. ¿Nervioso? Excitado, taciturno, bipolar, estresado, contento, enamorado, dubitativo, desconfiado...

¿Cómo estoy ahora? Quien se lo pregunte...ni idea.

La noche con Luz fue algo espectacular. Fue dulce, pero a la vez chispeante. Eléctrica, más bien.

Imagináos la ciudad más encantadora del mundo, de noche, atravesada por un río caudaloso en invierno y fresco en verano, cruzado por un puente de piedra con farolas a ras del suelo. Al final del puente, una mezquita iluminada con pequeños haces  de luz amarillo cálido, que hacen que la piedra, y sus sombras, cobren vida. 
Y todo, rodeado de casitas, edificios y gente. Bien, pues no es nada comparado con su compañía.
Creía saberme bien la historia de mi ciudad. Luz me ha dejado por los suelos. Cada piedra, cada esquina, cada estatua...todo son leyendas, mitos, historias de amantes y reyes... Hasta me habló de un cocodrilo. 

Sé que si esos cuentos me los hubiera relatado otra persona, mi reacción sería totalmente diferente. Hubiera sido educado pero incrédulo, incluso habría desconectado. 
Sin embargo me atraía su voz, sus gestos, su sonrisa. La manera de contar que tenía. Sabía que era mentira, que eran cuentos para niños, pero parecía tan real. ¿Y qué mentira no tiene un trozo de verdad? Tenía tantas ganas de que fueran verdaderas las historias que mi razón se echó a un lado. 

La besé en el puente, debajo de un arco, en la puerta de bronce, en la calleja María, en la Gran Plaza, en el túnel y en frente de su casa. Y la hubiera besado mucho más si mis rodillas hubieran dejado de flaquear. 

Esta noche....esta noche voy a su casa. Me invitó y no dudé en decir si. 
Me ha contado maravillas de su compañera. Pero ojalá que sea un poco considerada y se vaya. 

Luz es para mí solo. Su sonrisa, si no tiene mi nombre ya, me pertenecerá algún día.

Luz

Vamos a ver. Entiendo que esté mal traer un perro a casa sin avisar. Entiendo que un perro grande puede dar susto, y que los perros huelen mal. Pero son necesarios para formar una familia. Todas las películas muestran que una familia perfecta tiene una casa grande, una pareja sonriente, un par de niños correteando por el jardín y un perro.  ¡Coño! Ya solo falta la casa, el hombre y los niños.

Además, no fui yo la que trajo a Conan a casa. Él me siguió y no pude esquivarlo. Y eso que lo intenté. Me metí por callejones estrechos, doblé varias esquinas, me colé en un par de portales...y nada. 
Cuando me rendía me miraba con una carita diciendo...¿tú tampoco me quieres? 
Eso es chantaje.
Al principio se lo llevé a un amigo que buscaba perro, pero le gruñó. Creo que no le gustan los hombres.

Sam me ha echado una bronca brutal. Pero luego bien que la he pillado durmiendo con el perro entre sus brazos. En el séptimo cielo estaba. 


Esta noche viene David a cenar al piso. Cuando se despierte Sam se lo diré para darle tiempo a arreglarse o a irse. Espero que sea lo segundo. No porque me quiera quedar con David a solas...(aunque un poco sí)...sino porque sé que a ella no le va a hacer gracia. "La casa está para nosotras, no para tus amiguitos empollones". 

Nada más pensar que viene hoy el chico que me besó el otro día se me encabrita el corazón. Como dice la canción esa de Marea. 

No estoy enamorada de él...pero tiempo al tiempo. Me hace sentir bien. Me da seguridad. No sé cómo expresarlo. No creo que haya palabras para definir lo que las personas sienten. 

En fin... mucha mierda para mí.

Diario :