viernes, 22 de junio de 2012

Luz

Recordar es casi imposible para mí. He esperado varios días para escribir, intentando sacar una idea clara de lo que pasó la primera noche en el apartamento. Me acuerdo perfectamente de los primeros momentos.


Sam, mi nueva compañera de piso, tiene un carácter...fuerte.
Intenté caerle bien, pero no sé si lo conseguí. Me puso normas tontas para la convivencia:
"No saldrás del cuarto a partir de las tres de la mañana a menos que te deje salir".
"No te reirás escandalosamente"
"No me contarás tus problemas".


Por favor...


Pero lo más importante que me pasó esa noche fue que me enamoré. 
Gabriel, así se llama el chico del metro. El chico por el que he estado yendo a la misma parada día tras día. 
El chico que me habló en la tienda de música...El chico novio de Sam.


Hacen buena pareja, no puedo negarlo, pero me reconcome. Me molesta, me hiere. No tener una oportunidad para enamorarlo.
Lo que me extrañó es que no se besaron, ni durmieron juntos (cosa que me alegra porque no sé si lo hubiera soportado).


Sé que me escucharon cantar. Suelo cantar cuando me ducho, me relaja. 
Sé que me vieron recién salida de la ducha con una toalla en la cabeza.


Salí corriendo. No fue por vergüenza. No me dio nunca vergüenza cantar, o salir en toalla. Por Dios, si en mi casa salía desnuda. 
Fue por no saber qué decir ni qué hacer. No sabía si mirarle a él o a ella. Si sonreír o llorar.


Me dediqué solo a meterme en el cuarto y a esperar un rato. Aproveché y me puse muy muy muy mona. 
(Pero mona natural...no me gusta que se note que me he arreglado).


Gabriel iba tan guapo, y Sam era tan diferente. Imagináos que pareja hacían. 
Una chica alta y pelirroja, con los ojos verdes intensos. Un chico alto y moreno, con los ojos azules azules. Y luego yo...el sobrante. Ellos no necesitaban arreglarse...de por sí destacaban. 
Pero yo necesitaba causar sensación. Él se tenía que fijar en mí, como yo lo hice mucho antes. 


¿Por qué las cosas son así? ¿Por qué es tan difícil amar en este mundo?  Supuestamente ahora el amor es más libre. Ya no importa cuánto dinero tengas, tus padres ya no te casan. 
Ahora puedes elegir amar o escoger a alguien que te mantenga. O ambas cosas. 
O ninguna. 


Quiero un cubata.


Recuerdo que cuando salí me bebí un cubata. 
A partir de ahí...solo recuerdo vagamente un plumero, el final de una película de enanos y magos y cosas negras, una escoba, un montón de música...y alguna que otra frase.


Tengo la sensación de que esa noche fue especial. Que hubo algo, que me hizo darme cuenta de que Gabriel era el hombre de mi vida. 
Hablé con él, sé que hablé con él, y que me dormí en sus rodillas. Pero no sé qué dije, qué dijo, y qué pensé.
Cuando intento sacar la conversación, cuando me centro en esa parte de la noche, solo me viene una frase que tengo ya muy gastada.


Ven Conmigo.

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