miércoles, 30 de enero de 2013

David

Si fuera de hielo

Llevo unos días un poco desconcertado. Todo el mundo a mi alrededor se conoce. No soy tonto. Sé que ha pasado algo entre Sam, Marcos y Gabriel, porque son reacios a quedar todos juntos. 
Lo he hablado con Luz, y me ha dicho que la muerte de Lily hizo mella en todos. 
Aún así, ellos no deberían odiarse o sentirse mal. Es pasado. 
Sam y Gabriel no tienen ni idea de cómo ha estado estos años Marcos. Ha estado tirado, medio muerto y deseando encontrar una droga lo suficientemente letal para descansar para siempre. 
Sé que Sam tampoco ha estado muy bien, por lo de su novio, pero no es para nada comparable. 
Y Gabriel, bueno...él ni está bien ni mal...es algo de otro mundo. No sé cómo hablarle, qué decirle...es como si no sintiera nada, siempre con esa mirada inexpresiva. Tan contrario a mí. 
Eso me hace pensar que hay personas que no sienten, o se hacen las duras, o tienen una capa de hielo envolviéndoles el corazón. ¿Tan difícil es ser sincero? Y no solo con los demás, sino contigo mismo. ¿No es mejor pararse de vez en cuando, y preguntarse qué piensa, qué siente, qué quiere?
Yo todas las noches lo hago. Intento comprenderme. Saber si estoy mal, si me gusta alguien, si necesito algo... Me hace dormir mejor. 
Y nunca oculto cómo soy. Porque no me avergüenzo de lo que siento, o de lo que hago. No está mal llorar, o reír, por muchas personas que estén delante. Son emociones. 
En fin, a veces me pregunto qué sentido tiene ser frío. Me gustaría preguntárselo a alguien, aunque no sepa responderme. ¿Qué ganas? 
Nada. Son personas cobardes, que necesitan sentirse fuertes de cara al mundo. Que encierran su verdadero yo en una jaula de hielo, para que nadie pueda llegar a conocerles bien. Son cobardes porque temen que les hagan daño. Temen el dolor, el desamor, la traición, la tristeza. Prefieren un mundo sin nada... vacío.
Hablan de lo bien que están, pero sus ojos lo niegan. Hablan de una indiferencia hacia los problemas...pero luego en su casa a solas lloran. 

Lo que tengo seguro, es que si yo fuera de hielo, habría perdido tanto en esta vida que me sentiría muerto. 



Al final mi insistencia ha dado su fruto. Han contestado que quedamos el viernes que viene todos. Ya verás cuando se lo cuente a Luz...lo feliz que se va a poner. Últimamente con los estudios está que apenas ve el exterior. Y Sam también. 
Sam, me encantaría que volviera a sonreír como el día de la barbacoa. Estaba tan guapa, tan, tan... poco Sam....La cara de mala leche desapareció por completo. 
Parecía  una niña volando una cometa... 
Creo que esas dos están aprendiendo mucho la una de la otra. Una derrite su capa de hielo poco a poco, y la otra endurece los sentimientos con paciencia y madurez... Porque vamos, mi pequeña estrella, tenía pájaros en la cabeza y pocas ganas de crecer.

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